Generalmente, preparamos los pies para la llegada del verano ya que las altas temperaturas de la estación nos permite lucirlos con una gran variedad de modelos de chanclas y sandalias. Sin embargo, después de las vacaciones, los pies femeninos y masculinos también necesitan cuidados específicos ya que han estado expuestos a la sequedad, arena, calor, sol, etc., unos agentes que inciden no solo en los aspectos estéticos ya que unos pies agrietados pueden infectarse con más facilidad, interfiriendo también en la salud en general.

Para recuperarlos, es muy importante hidratarlos diariamente con una crema nutritiva e hidrante. Es aconsejable ponerse unos calcetines de algodón para ayudar en la absorción del producto. Hazlo por la noche o justo después del baño, cuando la piel aún conserva algo de humedad. Para durezas y rozaduras las cremas con urea suelen dar muy buenos resultados.

Es el momento ideal para revisar los pies y descartar la existencia de los hongos típicos de piscinas y vestuarios, tan comunes en verano. Aunque en otoño e invierno se enseñen menos los pies, también es importante cuidarlos para evitar y tratar las molestas uñas encarnadas. Los padres también deben acordarse del cuidado de los pies de los más pequeños, muy castigados en las estaciones más calurosas.

En la Clínica del Pie Cristina Pons estamos especializados en todo tipo de tratamiento del pie: papilomas, durezas, hongos, uñas encarnadas, juanetes, clavos, helomas y queratosis (callos, durezas, ojos de gallo), etc., y también en podología infantil. Ofrecemos un cuidado completo para los pies de toda la familia, durante todo el año.